Primeros síntomas del Alzheimer

Hoy es el Día Mundial del Alzheimer, un día para que no olvidemos que esta enfermedad aún no tiene una cura. Una de las cosas más importantes es saber identificar las primeras señales de que algo no va bien, para acudir a un profesional lo antes posible. 

A menudo, las personas que padecen Alzheimer no son conscientes de ello y son quienes conforman su entorno los que detectan los primeros síntomas de que algo está ocurriendo. Es por eso que no hay que quitar importancia a actitudes o comportamientos de una persona que hasta entonces no eran habituales. Eso sí, ningún síntoma, de forma aislada, es algo grave. Pero sí lo es si vemos la suma de varios de ellos, y con frecuencia, cuando no hay un detonante claro para ese cambio.

Primeros síntomas del Alzheimer

Algunos de los primeros síntomas del Alzheimer, según la Fundación Pasqual Maragall, son:

• Olvidarse o tener dificultad para recordar información reciente: Situaciones como que la persona no recuerde con frecuencia qué ha comido, o incluso si ha comido, que olvide conversaciones recientes, o que confunda el día, mes o año actual.

• Mayor necesidad de una ayuda para recordar: Como por ejemplo que necesite más que antes apoyarse en agendas, calendarios o alarmas para no olvidar citas.

• Repetir una y otra vez la misma pregunta.

• Dificultad para seguir instrucciones o planificar actividades cotidianas: Como por ejemplo que la persona no sea capaz de llevar la contabilidad, o que empiece a sufrir frecuentes despistes o accidentes cocinando, u olvide tomar la medicación, o incluso algunas comidas.

• Desorientación en lugares conocidos: Otro síntoma del Alzheimer puede ser que la persona afectada se pierda en trayectos que hace normalmente o que no sea capaz de identificar dónde está.

• Pérdida de la percepción del paso del tiempo: Como, por ejemplo, confundir a personas de su entorno actual con personas que formaban parte de su entorno en el pasado.

• Pérdida de objetos o dinero: Si a la persona le cuesta mucho más de lo normal encontrar objetos que usa habitualmente, como las llaves o la cartera. También puede ocurrir que no encuentre el dinero, lo que además en ocasiones puede recaer en que la persona afectada piense que alguien de su entorno se lo ha robado.

• Disminuye la capacidad de juicio: lo que hace a la persona más susceptible de sufrir engaños.

• Descuido de la higiene personal o la limpieza del hogar. 

• Pérdida de interés por actividades que antes disfrutaba.

• Cambio en su forma de relacionarse con otras personas: Puede tener dificultad para distinguir estados de ánimo, bromas o incluso a veces le cuesta seguir una conversación.

• Sufrir cambios de humor: La persona se puede volver más desconfiada, o enfadarse o llorar sin causa aparente.

• Nerviosismo en situaciones nuevas o en entornos poco familiares, lo que puede llevarle a evitarlas. 

Si sospechas que la persona tiene síntomas de algún tipo de deterioro cognitivo, acude al médico de familia, para que pueda evaluarlo. No olvides, que la aparición de uno de estos síntomas no tiene por qué alarmarte, ya que puede ser una consecuencia normal del envejecimiento. Es la suma de varios de estos síntomas y con frecuencia, lo que puede ser motivo para acudir a un profesional.

Si necesitas más información sobre el Alzheimer, te recomendamos que visites la web de la Fundación Pasqual Maragall, entidad con la que Grocasa colabora en la lucha contra el Alzheimer.